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Un episodio de una madre de Brasil

Me gustaría compartir con ustedes un episodio. Hay una carta enviada por una madre que vive en Vitoria, Brasil. La primera carta tiene la fecha del 12 de agosto de 1991. Sin embargo, como yo era incapaz de leer esta primera carta escrita en portugués, le escribí una respuesta para explicarle este problema. La segunda carta de la misma señora llegó en tres meses más tarde, y querría compartirla con ustedes.

 

 

Vitoria, ES Y December 11, 1991

Estimado el Dr. Ogita,

Mi nombre es Maria Ribero. Gracias por su carta y regalo. Yo le mandé una carta el 12 de agosto de 1991. Sin embargo, como usted no sabe leer el portugués, le mando otra carta traducida en inglés.

Dí a luz a una bebita que fue diagnosticada con linfangiomas en la mejilla izquierda. La bebita fue hospitalizada durante cuatro meses. A pesar de que recibió una operación quirúrgica, no obtuvo mejoría. Después, el médico hizo otra operación quirúrgica en la traquea, pero los resultados eran desafortunados. Vivo en Vitoria, y estas operaciones se hicieron en Río de Janeiro. Unos días después de la segunda operación, los médicos de Río de Janeiro encontraron una medicina llamada OK-432 en una revista médica en inglés. Ésta es una medicina extraordinaria que será capaz de salvar la vida y la cara de mi niña.

El descubrimiento del doctor de esta medicina fue demasiado tarde - mi bebita murió el 4 de septiembre. Creo que mi bebita está en paz actualmente, porque creo que está en el Reino del Cielo, junto con Dios. La vida de mi bebita duró sólo seis meses. Sin borrar una sonrisa en mi cara, yo vivo con otro niño. El tiene siete años, y es mi único niño.

Las fotos que le mandé son de mi bebita y del otro niño. Querría tener estas fotos de vuelta. Cuándo yo se las envié, ni me imaginaba que mi bebita moriría. Actualmente, no tengo ninguna foto de mi bebita.

Si es posible, ¿podría mandarme unas fotos del paisaje de Japón? Me gustaría poner una en el hospital que albergó a mi bebita por cuatro meses, y poner la otra en mi hogar.

Espero que usted sea capaz de rendir su inteligencia a la felicidad y el bienestar de otros. Sé que usted es un mensajero de Dios.

Yo nunca me olvidaré de usted. Siempre oraré por usted y por los amigos en su hospital. Quisiera que usted supiera que Jesucristo le adora y él es El Único Dios en el mundo.

Espero que usted sea un seguidor de Jesucristo y sea capaz de creer en él.

Espero que siempre piense en las palabras siguientes: Salmo 23: El Señor es mi pastor; nada me faltará. Permítame terminar aquí. Aprecio mucho su contribución a la ciencia.

Que Dios le Bendiga.

Como el encuentro de la terapia OK-432 fue demasiado tarde, ella perdió la pequeña e irreemplazable vida. Cada vez que leo esta filosófica carta, siento la pena de la madre, y me causa dolor en el corazón. No puedo refrenar mis lágrimas.

Los niños en países extranjeros diagnosticados con linfangiomas desconocen la terapia OK-432 desarrollada en Japón, y tendrán un continuo temor a la muerte durante su vida. Los niños nacidos en la pobreza no podrán recibir el tratamiento adecuado ni tener elección más que morir. Esto es irracional…

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