Establecer un fondo
Decidí establecer un fondo. Sin embargo, primero me preocupó si los medios de comunicación lo trataría o no. Afortunadamente, tuve conexiones con unos periodistas a los que conocí cuando un bebé de los Países Bajos vino a Japón a recibir el tratamiento de linfangiomas, y les escribí una carta. Fue el 3 de septiembre de 1992.
Pocos días después, recibí una buena noticia que un periodista vendría a entrevistarme. No obstante, tuve que resolver un problema grande para establecer el fondo -¿cómo debo tratar con la privacidad de la familia de Carlos? Este pedido de ayuda financiera fue hecho realmente por el Dr. Morino de la Embajada de Japón en México, no por la familia de Carlos. Me hacía falta tener el permiso de la familia de Carlos.
El problema de la privacidad se resolvió pronto. Un corresponsal del Periódico de Mainichi en México me llamó con respecto a la terapia. El 12 de septiembre salió un artículo sobre Carlitos con el título, "Por favor trate la enfermedad de mi hijo" en el Periódico de Mainichi en Tokio. Permítame referirme a una parte del artículo.
"Un niño mexicano de un año de edad sufriendo de linfangiomas está por llegar a Japón en octubre con su familia acompañada por su médico para recibir el tratamiento. Ellos desearían recibir un nuevo método de terapia disponible sólo en Japón. Los padres del niño tuvieron que vender su coche y casa para recaudar dinero para venir a Japón. Ellos dijeron 'creemos que Japón es la única solución al problema de nuestro hijo. Esperamos que este tratamiento estará disponible para otros niños que sufren de la misma enfermedad.' "
El siguiente problema es si ellos aceptarían la ayuda financiera o no. Se dice que los mexicanos son personas de gran dignidad. Aunque los fondos son ofrecidos de buena voluntad, sería imposible forzarlos a tomarlo, especialmente si uno había vendido su casa y el coche para aumentar los fondos. Atravesamos muchas dificultades y peripecias hasta que las noticias sobre el fondo fueron revelados.
Como una solución mejor y final, pedí al Dr. Morino que hablara directamente con los padres de Carlos sobre el establecimiento del fondo. Ellos estaban dispuestos a aceptar la donación, aunque no habían escuchado nada del fondo anteriormente.