Introducción
Este folleto es un resumen de la conferencia que di con el título "Junto con Carlitos," la que tuvo lugar en el Festival de "Trias" de la Universidad de la Medicina Prefectural de Kioto y la Escuela de Enfermería (el Colegio de la Tecnología Médica) organizada por sus graduados bajo el patrocinio de la Asociación de los Estudiantes y la Sede Local de la Asociación de Alumnos Universitarios de Kioto entre el 3-5 de noviembre de 1993.
"Carlitos" era un niño mexicano de un año y dos meses de edad. Fue diagnosticado con linfangiomas, y vino aquí a Japón al Hospital de Investigación de los Niños de la Universidad de Medicina Prefectural de Kioto, para recibir un tratamiento nuevo que actualmente está disponible sólo en Japón para esta enfermedad de difícil curación. Su familia tuvo que conseguir dinero mediante la venta de su casa y coche. Después de conocer su situación, decidí establecer una fundacion para salvar a los niños del mundo que sufren malformaciones de linfangiomas, una enfermedad de difícil curación. La respuesta al fondo de esta fundacion fue tremenda, y muchas donaciones llegaron de muchos individuos.
Aunque el establecimiento de la Fundacion surgió meramente de mi fuerte deseo de ayudar a la familia de Carlos, algunos estudiantes prestaban especial atención a mis acciones. Este verano, el Sr. Masaaki KURODA, estudiante del cuarto año de la Escuela Médica, y la Srta. Yukari KUROKI, del segundo año de la Escuela de Enfermería me visitaron para solicitarme dar una conferencia en la Fiesta de Trias. Primero pensé que querían que hiciera una presentación sobre el nuevo tratamiento contra los linfangiomas, "la Terapia OK-432", la que ahora está llamando la atención de la sociedad médica. Pero yo estaba equivocado. Lo que querían era que yo discutiera acerca de cómo debe ser un médico al tratar a un paciente."
Entendí entonces que los estudiantes estaban interesados en estudiar la medicina no como una simple ciencia sino también en saber cómo llegar a ser un médico de la humanidad, capaz de enfrentarse cara a cara con el sufrimiento de los pacientes (como uno de los profesores que educan a los estudiantes médicos), me complació mucho oír tales palabras de los estudiantes jóvenes, y quedé dispuesto a asumir el cargo.
La presentación tuvo desde las 10:00 hasta las 11:40 del 3 de noviembre. Como no era una de mis usuales presentaciones en las reuniones de la sociedad médica, no estaba muy satisfecho con mi discurso. Por lo tanto, decidí escribir este folleto, por si hubiera algo omitido o mal entendido durante mi conferencia pública. Es para mi un gran placer si este folleto puede ser de cualquier ayuda para profundizar en su comprensión.
Shuhei Ogita
Diciembre, 1993